El presidente de la agrupación de comerciantes de Ayamonte (Huelva), Emilio Borrego, pidió ayer al Gobierno portugués que recapacite sobre "la gran barbaridad" que ha supuesto la entrada en vigor del peaje en la autopista del Algarve, por los daños que ha provocado al comercio de los dos países. Según Borrego, "a ellos -los portugueses- les perjudica más que a nosotros". Recordó que se ha puesto en marcha cuando se llevan "muchos años luchando por las comunicaciones".
Para Borrego, que preside la agrupación Centro Comercial Abierto, la tasa solo está sirviendo "para hacer daño al comercio español y portugués" y muchos usuarios se están encontrando "con el problema de que hay máquinas que no funcionan". La medida llega cuando en Portugal "la situación económica es muy mala, y esta es la puntilla".
Respecto al daño que este peaje ha producido al sector empresarial, afirmó que "se han perdido clientes en proporción que no teníamos antes". Por su parte, el secretario general de la Federación de Transportistas Españoles (Fenadismer), Juan Antonio Millán, apeló a la Unión Europea y al Gobierno español para que el peaje en las autovías portuguesas sea tratado con carácter de urgencia: "es una cuestión de conflicto transfronterizo".
Millán se mostró muy satisfecho de la reunión celebrada el sábado entre transportistas españoles y portugueses en Faro (Portugal), donde se puso de manifiesto la unión del sector a ambos lados de la frontera por este asunto. El peaje en el sur de Portugal comenzó a aplicarse el 9 de diciembre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de enero de 2012