Que era una de las iglesias más antiguas de Barcelona se sabía, pero los trabajos arqueológicos llevados a cabo desde junio pasado lo han demostrado. Las catas realizadas en el interior del templo han hecho aflorar estructuras que llevan a esta iglesia gótica a hundir sus raíces al año 10 de nuestra era, momento de fundación de la colonia romana de Barcino. Es el caso del muro de piedra localizado en el subsuelo de la capilla del Santísimo, del siglo I, y la columna y el muro, del siglo IV, encontrados junto al altar mayor, que permiten asegurar a los responsables de la arqueología municipal que en este lugar ha habido culto religioso desde hace 18 siglos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de enero de 2012