Francisco Camps leyó ayer ostensiblemente durante el juicio el libro La ruta antigua de los hombres perversos, un ensayo de René Girard que habla de traición y de Job, personaje bíblico conocido por su paciencia y que el texto califica de "chivo expiatorio de su comunidad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de enero de 2012