El nuevo presidente del Consorcio del Bicentenario para la conmemoración de la Constitución de 1812 y secretario de estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, ve difícil que esta cita que Cádiz va a vivir a lo largo de este año cuente con una mayor financiación. En su primera visita a la capital gaditana en el estreno de su cargo, en el que ha sucedido al consejero de Gobernación, el socialista Francisco Menacho, Ayllón sostuvo el compromiso de continuar con la programación prevista y con el reto de convertir el Doce en una "cuestión de Estado".
El nombramiento de Ayllón contradice la tradición que impuso el Gobierno de Zapatero, que marcaba que el presidente de este órgano encargado de gestionar la conmemoración lo eligiera la Junta de Andalucía. De esta forma, el PP se ha garantizado el control del Bicentenario en su gran año. Se escenificó ayer con la comparecencia pública del nuevo presidente sentado entre la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y el presidente de la Diputación, José Loaiza, ambos de esta formación.
Apartado
Uno de los primeros anuncios de Ayllón fue confirmar que el socialista Emilio Aragón será apartado de la gerencia del Consorcio y con él, seguramente, otros cargos nombrados por el PSOE. "El nuevo gerente será alguien que os gustará", dijo de forma enigmática.
Ayllón llega al cargo con numerosos proyectos pendientes, difíciles de acabar en 2012. Su compromiso es con la programación y con la difusión de la conmemoración. Pero aseguró que será complicado conseguir un mayor impulso económico. "Estamos con presupuestos prorrogados y en un momento delicado para hablar de aumentar inversiones. Todavía no me he reunido con Hacienda pero trataremos de hacer más con menos", aseguró.
Ayllón se reunió con su antecesor, Francisco Menacho, quien le puso al día del Bicentenario. Menacho reconoció ayer que sería necesario un mayor respaldo económico de las administraciones y, aunque lamentó que el PP hubiese cambiado la tradición de mantener a representantes de la Junta al frente del Consorcio, se comprometió a no criticar a los nuevos gestores. "No saldrá de mi boca una mala palabra".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de enero de 2012