El pretendido titular del Banco Pastor es que no habrá un expediente de regulación de empleo. Pero sí bajas, hasta un total de 100, en una plantilla compuesta por unas 3.800 personas. La dirección gallega -y no la del Popular, con quien se fusionará próximamente- va a negociar con 75 personas mayores de 57 años que ocupan su puesto en los servicios centrales de A Coruña para que se acojan a la prejubilación. Otras 25 personas saldrán de la red de oficinas. Todas "de forma voluntaria". ¿En qué condiciones? "No lo sabemos, dependerá de cada caso. Quieren hacerlo así para evitar negociar unas condiciones mínimas con nosotros", señala Gladis Afonso, representante de CIG en el comité de personal.
Los sindicatos se reunieron ayer con responsables de Recursos Humanos del banco, quienes les entregaron un borrador de protocolo laboral ante la inminente fusión. "Nos parece bien como punto de partida, pero para firmarlo tendrán que darnos garantías muy concretas del mantenimiento de puestos de trabajo", añade Afonso.
El plan de prejubilaciones que pondrá en marcha el banco todavía presidido por José María Arias ofrecerá, según los sindicatos, "un margen muy estrecho", a los afectados para decidirse. "Desde la comunicación de la oferta hasta la aceptación, dos o tres días". En la letra pequeña, dice CIG, esos acuerdos pueden menos voluntarios de lo que parece. "La amenaza de 'o te vas o te mandamos a Madrid, o a cualquier otro sitio' está ahí, y hay mucha gente con la vida montada en A Coruña".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de enero de 2012