Los trabajadores de Metro Bilbao convocaron ayer su octava jornada de paros parciales en los últimos dos meses para reclamar cambios en sus condiciones laborales. De 9.45 a 12.45 los servicios mínimos alcanzaron el 30%. La novedad fue la manifestación, convocada por el comité de empresa, que recorrió el centro de Bilbao. Unas 300 personas marcharon del Teatro Arriaga hasta la sede de la Diputación de Bizkaia, donde se concentraron durante 10 minutos. Rafael Valencia, presidente del comité, de ELA, leyó un manifiesto en el que la plantilla insta a la dirección a no demorar más la solución al conflicto laboral.
Con la marcha, los trabajadores pretendían "visualizar" sus desavenencias con la dirección, sobre todo las relativas a la devolución de la subida salarial del año pasado, estimada en 1.500 euros por trabajador.
Oleaga cree que la demanda de ELA puede "enquistar el conflicto" laboral
El comité de huelga volvió a expresar sus dudas de que el presidente de la compañía, Txema Oleaga, pueda "solucionar él solo" el conflicto y pidió que participe un mediador para facilitar la negociación.
El comunicado leído por Valencia destaca que tanto la marcha como el seguimiento del paro -el 85 % de la plantilla, según sus datos- demuestran que sus reivindicaciones son "mayoritarias" entre los empleados. La dirección de Metro Bilbao redujo en otra nota el apoyo a la protesta al 17% de la plantilla. La empresa indicó que de sus 740 miembros siguieron el paro 126.
Valencia situó el origen del conflicto en los "continuos incumplimientos de acuerdos" con la parte social y, en concreto, sobre la ampliación y la configuración de la plantilla, el pacto de julio que es una de las bases de las discrepancias.
El comité volvió a exigir la dimisión del consejero delegado, Iñaki Prego, para que así desaparezcan "rencores y las amenazas veladas" a los trabajadores, ya que, a su juicio, el directivo ha tratado de "criminalizar" a la plantilla.
ELA echó más leña al fuego al presentar anteayer una demanda para solicitar la tutela de los derechos a la libertad sindical y de huelga, que consideran violados por el lehendakari, Patxi López. Oleaga mostró en un comunicado su preocupación "por las consecuencias que pueda tener en la negociación" esta demanda. Para el presidente de la compañía, "iniciativas como esta solo sirven para politizar y enquistar el conflicto".El nuevo paro ha sido convocado para el día 26, otra vez entre las 5.45 y las 7.45.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de enero de 2012