Producir poco para conseguir mucho. Es la ley de hierro de la calidad, particularmente cuando se habla de uvas como la entrañable garnacha tintorera, un varietal de oxidaciones prematuras y de aromas frutales empalagosamente simplones cuando la cepa -de clon productivo- está en su juventud; pero que, alcanzada la madurez del viñedo a partir de los 30 años, es capaz de ofrecer el impagable regalo de un tinto carnoso, de profundos taninos cargados de fruta y flor, fraternal en su amistad con el roble. La evolución española del granel al vino de calidad tiene una de sus más claras expresiones en esta uva portentosa y agradecida, siempre y cuando no se la exprima productivamente y sea tratada con el debido respeto vitivinícola.
CORIMBO I 2009
Bodegas La Horra. Haro (La Rioja).Teléfono: 941 30 30 01. Internet: www.rodas.es. DO: Ribera del Duero. Tipo: tinto crianza, 14,5%. Cepas: tinta del país (tempranillo).Precio: 42 euros. Puntuación: 9,4/10.
Vamos, que deje de ser sustento de vinillos de bajo precio. Así, hemos pasado en menos de un lustro de los tintos abocados, alcohólicos, energéticos y saludables, pero simplones, a tintos con porte moderno, el color granate más profundo, la fruta más clara y fresca, el sabor tan expresivo como intenso. Encima, la mayoría, de excelente relación calidad-precio. Un ejemplo es este Adaras 2006 de Bodegas Almanseñas, la expresión más elegante y estilizada de este varietal, cultivado a más de 900 metros de altura. Tinto de intenso aroma a frutillos rojos y negros, muy maduros, recorrido por el entrañable recuerdo de hierba silvestre mediterránea, aceituna negra, y notas de terruño, tabaco, cacao amargo y tostados. En boca resalta su carnosidad mórbida, plena de fruta sazonada en alcohol. Para acabar sumergiéndote en un paisaje de embriagadora sensualidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de enero de 2012