La dictadura de Cuba sumó ayer una nueva víctima. El disidente cubano Wilman Villar Mendoza, de 31 años, condenado a cuatro años por "desacato", murió tras 50 días en huelga de hambre. La oposición atribuyó su muerte a la represión del régimen castrista. El Gobierno español exigió la liberación de todos los presos políticos.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de enero de 2012