Industriales de moda infantil de varias nacionalidades celebraron ayer como "un éxito" su participación en la 74ª edición de la Feria Internacional de Moda Infantil (FIMI) que cerró sus puertas ayer en Valencia. Manel Redondo, responsable de la marca canadiense Hatley, que acudía por primera vez al certamen, comentó: "Estamos realmente sorprendidos por la excelente acogida que ha tenido la colección y los contactos que hemos realizado para introducir la marca en Europa".
Cristián Labbe, director comercial de la marca chilena BohoChic, no dudó en calificar como "un éxito" la presencia en FIMI.
En el extremo opuesto, la joven diseñadora española Adela Gil, de la marca Rosalita Señorita, subrayó el interés demostrado por sus productos "sobre todo por los visitantes latinoamericanos".
Rafa Cubel, director de FIMI destacó la vuelta de numerosos compradores procedentes de países árabes como Siria, Libia, Arabia Saudí, Túnez, Argelia y Líbano en busca de productos "made in Spain". "Hemos mantenido una reunión con un grupo de 20 compradores árabes que han manifestado su intención de volver a FIMI puesto que sus gustos se adaptan perfectamente a la moda infantil española", comentó.
En un momento crítico para la inmensa mayoría de negocios, la moda infantil mantiene un pulso desconocido, con un crecimiento en torno al 15% del volumen de ventas a lo largo de 2011.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de enero de 2012