En el discurso anual sobre el estado de la Unión el presidente de EE UU cumple con el mandato constitucional de presentar sus planes de gobierno ante la sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes. Tradicionalmente ha servido para destacar los temas prioritarios del comandante en jefe norteamericano, como la guerra de Irak, la reforma a tributaria o las leyes de sanidad, entre otros.
El año pasado, Barack Obama pronunció un discurso de marcado tono económico, en el que admitió que la supremacía de EE UU estaba amenazada: "Este es el momento Spútnik de esta generación", dijo, en referencia a la competencia con China. En 2010, criticó abiertamente al Tribunal Supremo por una decisión que permitía las donaciones ilimitadas de empresas a campañas electorales.
"La guerra no ha hecho más que empezar", dijo en 2002 George W. Bush al enfrentarse a uno de los discursos más emotivos de la historia estadounidense tras los atentados contra Nueva York y Washington. Aquel fue el año del "eje del mal", cuando nombró a Irán, Irak y Corea del Norte como países que apoyaban a los terroristas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de enero de 2012