Si Felipe González había pretendido que solo saliera a la luz lo evidente, lo que se veía, es decir, su apoyo sin ambages a Alfredo Pérez Rubalcaba, no lo consiguió. También trascendió su influencia en la decisión de su exministro para que diera el paso y se presentara como aspirante a liderar el PSOE.
"Felipe, no has contado que estuve en tu casa y me sometiste a un tercer grado de cuatro horas... y te hice caso; y te dije: me debes una". Esta revelación la hizo Rubalcaba ante el auditorio de socialistas que acudió en su apoyo y, por tanto, encantados de que Felipe González hiciera lo imposible para disipar sus dudas sobre si debía o no dar el paso después de encabezar la derrota del pasado 20 de noviembre.
El acto de presentación de su candidatura lo hizo Rubalcaba el 29 de diciembre en la sede de UGT de Madrid, después de varios días de reflexión, reuniones y conversaciones con amigos y compañeros de partido. Una de las últimas conversaciones que mantuvo antes del anuncio fue con Felipe González, a la que él en esos días previos daba la máxima importancia. "Yo también asumo la derrota porque hice contigo más campaña que en toda mi vida", dijo ayer González, quizá para extender la derrota a todo el colectivo, cargar con parte de la misma y disipar de la mente de los delegados que Rubalcaba encarna la debacle del PSOE y, por tanto, no sería la persona adecuada para dirigir el partido. Sí es la persona adecuada también para Patxi López, secretario general del PSE. "Los socialistas vascos sabemos de la fortaleza y generosidad de Alfredo en las dificultades. No nos has fallado nunca", elogió el lehendakari. "Y ahora le tenemos que dar las gracias por asumir esta responsabilidad en momentos muy difíciles, en los que el partido necesita unidad".
El compromiso de que sumará si gana el congreso lo reiteró Rubalcaba y no tanto por bondad sino porque sería "necio" desperdiciar la inteligencia. "Sumar, sumar y sumar", dice que hará. Y el ejemplo de González le anima porque el expresidente -"el político español más importante del siglo XX"- se "pringó" en la campaña electoral, "sabiendo que iba a perder". Y le hizo de telonero. "A mí, que no tengo su talla ni mucho menos; pero lo hizo por compromiso con sus ideas y su partido, y eso me lleva a mí a estar aquí".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de enero de 2012