Se trata del acuerdo pesquero bilateral más importante para la flota comunitaria después de que fracasaran las negociaciones con Marruecos.
Según la fuente, el compromiso final se ha alcanzado después de la medianoche, tras una jornada maratoniana de negociación. Las negociaciones para renovar el convenio en marzo habían comenzado en marzo.
De momento se sabe que el acuerdo permitirá un aumento del número de barcos cefalopoderos y atuneros que faenan en aguas mauritanas, pero también que disminuirá el número de buques pelágicos, según fuentes comunitarias.
En concreto, el número de cefalopoderos pasa de 42 a 55; el de atuneros, de 57 a 67 unidades, y el de buques pelágicos de 22 a 15.
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Además, el nuevo acuerdo, vigente desde hoy hasta el 31 de julio de 2006, prevé un incremento de la compensación financiera de la UE a Mauritania. Esta pasará de 266 millones de euros (44.258 millones de pesetas) que pagaba la Unión en el convenio anterior, a 430 millones de euros (71.546 millones de pesetas).
Importante para España
El convenio anterior con Mauritania, que también tuvo una duración de cinco años, permitió la actividad a unos 150 barcos de la UE, una gran parte de ellos españoles especialmente de la flota de Galicia y de Canarias dedicada a la extracción del pulpo y cefalópodos, y también de la flota andaluza marisquera.
Tanto la Comisión Europea como España habían reiterado el interés por Mauritania, en cuyas aguas se podría reubicar parte de los barcos que ejercían su actividad en el caladero marroquí.
Para España, el caladero de Mauritania es una de las alternativas más interesantes, junto con el de otros países, como Senegal o Guinea Bissau, con los que ya existen convenios de pesca, o los de Túnez o Argelia, a través de la constitución de sociedades mixtas.