La multinacional automovilística Volkswagen ha anunciado la suspensión de todos sus proyectos de inversión en México tras concluir el miércoles una huelga de 19 días que ha ocasionado pérdidas superiores a los 500 millones de dólares (92.500 millones de pesetas; 555 millones de euros) a la firma alemana.
El vicepresidente de Recursos Humanos y Área Comercial de la Volkswagen en México, Francisco Bada, ha precisado en conferencia de prensa celebrada en la planta de Puebla que "todos, absolutamente todos los planes" de inversión quedarán suspendidos.
"Las premisas con las cuales se construyeron los planes de inversiones a futuro han cambiado y por lo tanto en este momento está decidido parar las inversiones en México y replantear bajo qué condiciones sí se puede seguir invirtiendo en México", ha declarado el directivo.
Cuestionado sobre si eso incluye el proyecto de construir una fábrica de repuestos en Puebla, ha respondido: "todo, incluye todo", y se abstuvo de calcular la cuantía de las previsiones de inversión.
No obstante, en declaraciones anteriores Bada había advertido el riesgo de que como primera consecuencia de la huelga podría suspenderse una inversión por valor de 1.700 millones de dólares (314.500 millones de pesetas; 1890 millones de euros) destinados a la producción del modelo "Beetle Cabrio" y otra para "el cambio de una generación importante de motores".
Durante la huelga que estalló el 18 de agosto, la ensambladora registró 510 millones de dólares (94.350 millones de pesetas; 567 millones de euros) en pérdidas y dejó de producir 25.500 automóviles y 17.000 motores.
El conflicto en la Volkswagen, que fabrica el 25% de los coches hechos en México, concluyó con un acuerdo de aumento salarial del 14,7% -10,2% directo y 4,5 en prestaciones-. Los 12.500 trabajadores de la plantilla de Volkswagen se han incorporado en la tarde del miércoles a su actividad en Puebla, a 125 kilómetros de la capital mexicana.
El sindicato ha indicado que el aumento salarial será retroactivo al 18 de agosto y la empresa pagará el 50% de los "salarios caídos", es decir, de los días que duró la huelga.