El Banco Popular de China, que durante décadas ha monopolizado la compra y distribución de oro en el país asiático, aprobó el viernes traspasar la supervisión del sector a una nueva asociación, según ha informado la prensa local. La revolucionaria reforma es la primera consecuencia visible del acceso de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"Que una asociación industrial se encargue de la administración y supervisión del sector es una garantía para un mercado justo y competitivo, y un avance extraordinario desde el inicio de las reformas económicas en la década de los setenta", ha afirmado con evidente satisfacción el presidente del Shanghai Gold Exchange.
Lo cierto es que Pekín no se ha quedado ahí, y también ha traspasado sus competencias a la hora de fijar el precio del oro según las fluctuaciones del mercado mundial a un mercado localizado en la ciudad de Shangai (en la costa sur del país). A principios de año este mercado se encargará de la compra-venta de oro del país, lo que permitirá a los ciudadanos chinos invertir en este producto.
Dentro del progresivo proceso de apertura del gigante asiático, el acceso a la OMC el próximo 11 de diciembre se ha convertido en un empujón definitivo que ha provocado que las autoridades chinas hayan emprendido una reforma general del control y supervisión del sector del oro, en el que la nueva asociación se encargará de informar sobre las nuevas reglas y asesorar legalmente a las empresas que lo soliciten.