El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha establecido claramente sus condiciones para ayudar a Argentina, un país que deberá efectuar profundas reformas económicas y legales si quiere lograr un rescate financiero del organismo financiero multilateral.
El Fondo indicó anoche, por medio de su principal negociador para Argentina, el economista indio Anoop Singh, que la asistencia quedará pendiente de los "avances" que haga el Gobierno de Eduardo Duhalde en el desarrollo de un plan para que el país latinoamericano recupere la confianza de la comunidad internacional.
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Para el FMI, ese programa deberá contar con una política fiscal austera que, al mismo tiempo, atienda a los pobres, una estrategia monetaria "sólida" que evite un aumento de la inflación, medidas para restablecer la confianza en el sistema bancario y estímulos para los inversionistas extranjeros.
Argentina siguió fielmente las recetas neoliberales del FMI durante varias décadas y especialmente en la década pasada, durante el Gobierno de Carlos Menem. La crisis social y económica en la que se hundió Argentina después de cuatro años de recesión hizo recrudecer las críticas a los consejos del Fondo, por lo que ahora aumentan las resistencias a la aplicación de nuevos programas de ajuste.
Pacto fiscal
Una de las principales demandas del organismo internacional es el cumplimiento del pacto fiscal firmado en febrero pasado, por el cual las provincias se comprometieron a reducir en un 60% el déficit fiscal conjunto.
Muchos gobernadores de provincias, no obstante, han expresado en público sus temores de que nuevos ajustes del gasto público deriven en convulsiones sociales. Singh pidió al Gobierno que dé seguridades de que las provincias podrán alcanzar la meta de reducción del déficit público pero las autoridades de Córdoba, uno de los estados federales más grandes del país, indicaron ayer que el acuerdo "ha perdido efecto".
El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, manifestó tras reunirse con sus colegas del gobernante Partido Justicialista que el acuerdo fracasó porque la distribución de los recursos federales ha caído el 32%. Sin embargo, De la Sota dijo que los gobernadores intentan reunirse con Duhalde para buscarle "una vuelta a la crisis".
El FMI advirtió de que "sería mucho más difícil, y decididamente mucho más penoso para el país, tratar de corregir la situación actual sin el firme respaldo de la comunidad internacional". La delegación del Fondo no comentó el tiempo que puede demorar el acuerdo financiero, si se concreta, pese a que el Gobierno argentino ha dicho en varias ocasiones que espera tenerlo listo en los primeros días de mayo.
En diciembre pasado, después de que el FMI se negara a efectuar un desembolso pendiente, un estallido social forzó a dimitir a dos presidentes argentinos -Adolfo Rodríguez Saá y Fernando de la Rúa- y causó la muerte a 28 personas. El 40% de la población argentina vive en condiciones de pobreza y el 18,3% de las fuerzas activas están sin empleo.
El país se declaró en suspensión de pagos en diciembre pasado y millones de personas tienen sus ahorros atrapados en un corralito financiero creado hace cuatro meses para evitar la quiebra de varios bancos.