El ministro español de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha asegurado esta mañana que el superávit del 0,5% del del Producto Interior Bruto registrado en el primer trimestre del año "abre las puertas para la reforma tributaria".
Montoro ha realizado este comentario al término de una Jornada de Fiscalidad Empresarial de la Unión Europea, inaugurada en Bruselas, inmediatamente después de que se anunciaran en Madrid los datos de ejecución presupuestaria correspondientes al primer trimestre del año.
"Es importante haber cerrado con un superávit en las cuentas del Estado, un superávit que proviene de un comportamiento de los ingresos públicos que está siendo según lo presupuestado y que revela la fortaleza de la economía española, en un momento de fuerte desaceleración económica mundial", ha asegurado el ministro.
En su opinión, este dato "nos abre las puertas a las bajadas de los impuestos, y a la aplicación de la segunda fase de reforma del impuesto sobre personas físicas en España, que comenzará en enero de 2003".
Según ha informado la secretaria de Estado de Presupuestos, Elvira Rodríguez, este saldo positivo ha sido el resultado de unos pagos de 24.810 millones de euros, con una caída del 18,3%, superados por unos ingresos de 28.476 millones, un 8,2% menos que un año antes.
En términos de caja -que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional- el Estado tuvo un déficit hasta marzo de 2.846 millones de euros, el 48,98% menos que en el primer trimestre del 2001.
Montoro ha asegurado en que el superávit anunciado "es especialmente importante en un año de desaceleración económica, que ya está acabando, porque ya los anuncios son de recuperación de la actividad económica mundial para la segunda mitad de este año".
El ministro ha comentado, además, que la presidencia española de turno de la Unión Europea "trabaja en la oportunidad que supone la coordinación y la cooperación entre las administraciones tributarias".
"Antes de progresar más en la armonización de la fiscalidad directa [en la UE] es importante el intercambio de información y la cooperación entre administraciones tributarias para luchar con más eficacia contra el fraude fiscal y evitar los grandes problemas que se plantean ante la menor fiscalidad comparada en determinados ámbitos territoriales de la UE", ha apuntado Montoro.