Caja Madrid obtuvo en el 2002 un beneficio neto atribuido de 497,1 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,2% con respecto a los 486,4 millones de euros obtenidos en el ejercicio 2001, según ha informado esta mañana la entidad financiera madrileña.
Este escaso incremento se debe, según la caja, a las dotaciones cautelares que ha realizado, por importe de 41 millones de euros, como una medida de prudencia "ante las incertidumbres que presenta el próximo ejercicio".
Sin el efecto de estas dotaciones cautelares, el resultado neto atribuido al grupo Caja Madrid hubiera ascendido a 528,9 millones de euros, un 8,8% más que en el ejercicio anterior.