Una gran multitud ha comenzado esta mañana a desfilar ante la capilla ardiente del patriarca de Fiat, Giovanni Agnelli, instalada en la histórica sede de la sociedad en la localidad turinesa de Lingotto. Los restos mortales del empresario, fallecido ayer a los 81 años de edad tras una larga enfermedad, se encuentran alojados en el atrio de la pinacoteca inaugurada el pasado año con obras de la colección privada de los Agnelli.
En el lugar se encuentran los familiares del difunto, entre ellos su viuda, Marella Agnelli y su hermano Umberto, que ha pasado a ser el nuevo hombre fuerte de la sociedad, además del nieto John Philip Elkann, considerado como el "heredero" del grupo familiar.
Entre las diversas personalidades del mundo político y empresarial italiano que se han apresurado a rendir un último homenaje al Avvocato, se encontraban el alcalde de Turín, Sergio Ciamparino y el ex líder del principal sindicato italiano, la Cgil, Sergio Cofferati. También han acudido al completo la dirección de Fiat, encabezada por su presidente, Paolo Fresco, quien ya ha anunciado que dejará el cargo el próximo mes de mayo (cuando cumpla 75 años) y el administrador delegado, Alessandro Barberis.
No han faltado representantes del mundo del deporte, como los jugadores del Juventus de Turín, perteneciente al grupo familiar y auténtica pasión de Agnelli, o el campeón del mundo de Fórmula 1, Michael Schumacher, que corre con la escudería Ferrari, parte de Fiat.
La capilla ardiente permanecerá abierta hasta las 22.00 horas para permitir a los ciudadanos despedirse del considerado como empresario italiano más importante del siglo XX. Los funerales de Agnelli se celebrarán mañana domingo en la catedral de Turín.