Tal y como esperaban los expertos económicos, la Reserva Federal estadounidense (Fed) ha mantenido hoy intactos los tipos de interés, actualmente al 1%, a la espera de que se consolide la recuperación en la economía más rica del mundo.
Asimismo, el Comité de Mercado Abierto del banco central estadounidense ha decidido en su reunión de hoy mantener el tipo de interés interbancario en el 1%. El organismo presidido por Alan Greenspan ha acometido trece descensos de tipos desde enero de 2001.
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En su comunicado, la Fed indica que "sigue creyendo que el mantenimiento de la política monetaria, sumado a un robusto crecimiento de la productividad, está proporcionando un importante respaldo a la actividad económica", y que las estadísticas han confirmado que, a pesar de la debilidad del mercado laboral, el gasto "sigue firme".
La Reserva Federal añade que el riesgo de que la inflación se reduzca hasta niveles no deseados sigue siendo "la preocupación predominante de cara al futuro" y que, en esta circunstancias, se considera que la actual política monetaria "puede mantenerse por un periodo considerable".
Según los expertos, la economía norteamericana ha comenzado a repuntar, con un incremento del 3,1% del Producto Interior Bruto (PIB) en el segundo semestre, la mayor progresión desde el tercer trimestre de 2002.
No obstante, sigue habiendo dudas sobre el alcance real de la recuperación, ya que diversos indicadores siguen reflejando debilidad. La tasa de paro continúa por encima del 6% y se siguen destruyendo empleos. En agosto, se eliminaron 93.000 puestos de trabajo y el mercado laboral estadounidense ha perdido un total de 2,7 millones de empleos desde 2001.
Hoy también se ha conocido que el Índice de Precios de Consumo (IPC) en Estados Unidos subió tres décimas en agosto respecto al mes anterior y elevó la tasa intranual al 2,2%, una décima más que en julio. No obstante, la inflación interanual subyacente, que excluye el comportamiento de los precios más volátiles (energía y alimentación), se redujo dos décimas, hasta el 1,3%, cifra que incrementa los riesgos de deflación en la primera economía mundial.