No serán 40, sino finalmente 100 los barrios que levantarán el Gobierno de la Generalitat y 85 municipios para cumplir parte de los objetivos del Pacto Nacional de la Vivienda. Estos ensanches sumarán más de 90.000 viviendas, el 50% de las cuales serán de protección pública. La mitad de los pisos, además, estarán en la región metropolitana de Barcelona, como adelantó hoy la edición impresa de EL PAÍS.
El consejero de Vivienda, Francesc Baltasar, ha destacado en la presentación de las llamadas áreas residenciales estratégicas (ARE), que este volumen de pisos ya supone el 30% del total que prevé el pacto alcanzado con los agentes sociales y empresariales a finales del año pasado.
La Generalitat ha hallado agujeros para estas zonas en ciudades tan densas como Barcelona, Badalona, L'Hospitalet o Santa Coloma de Gramenet. La principal ventaja de estas áreas es que su planeamiento y proyecto de urbanización en un año, frente a los más de tres años que tardan habitualmente. "El Gobierno ha optado por hacerlo por procedimiento abreviado, tanto en los procesos de reparcelación como de tramitación para poder cumplir las necesidades del pacto", ha sostenido el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal.