Una de cal y otra de arena. Un día después de alertar sobre el previsible aumento de la tasa de paro hasta el 10% por el derrumbe del ladrillo y recortar todas sus previsiones sobre la economía española para los dos próximos años debido a una desaceleración "más profunda" de lo esperado, el Banco de España ha querido lanzar hoy un mensaje de confianza en el sistema financiero español al afirmar que afronta "desde una sólida posición de partida" el probable repunte de la morosidad en 2008.
Así, la institución que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha advertido hoy que los ratios de dudosos "aumentarán probablemente en 2008", tanto por el crecimiento de los activos dudosos como por la desaceleración del crédito, aunque ha añadido que, a pesar del "ligero repunte de 2007", la morosidad se sitúa todavía en "niveles reducidos".
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En su Informe de Estabilidad financiera publicado hoy, la entidad apunta a que la actividad en el sector seguirá avanzando a pesar de la "tendencia a la desaceleración" registrada en la concesión de créditos y relacionada, en gran parte, "con el proceso de ajuste que registra el sector inmobiliario "tras un 2007 de "notable crecimiento".
En este sentido, la institución destaca que la financiación concedida a empresas distintas de construcción y promoción inmobiliaria "siguió creciendo a buen ritmo".
"Sólida" posición de partida
Asimismo, el regulador subraya que, a pesar del escenario más complejo, las entidades españolas "afrontan este periodo de mayor incertidumbre desde una sólida posición de partida".
Por otro lado, el organismo señala que las entidades españolas estarán afectadas por las condiciones generales de los mercados internacionales, que registran una "notable contracción de la liquidez". No obstante, destacó que los niveles de liquidez han resultado hasta ahora "suficientes" gracias a la "adecuada estructura de financiación" que han mantenido en los últimos años, con un peso "significativo" de la financiación a plazos muy largos.