A la espera de que el acuerdo definitivo con el Gobierno alemán convierta a Magna en la nueva dueña de Opel, el negocio europeo de General Motors, los directivos del grupo austriaco-canadiense han elogiado "los valores" de la planta de GM España, ubicada en Figueruelas (Zaragoza), aunque han recordado que con la reestructuración la empresa en Europa "empieza de cero" y habrá que realizar ajustes.
Según ha informado el representante de GM España en el comité de empresa de GM Europa, Pedro Bona, el vicepresidente de Manufacturas de Magna, que ha visitado la planta de Figueruelas y mantuvo un encuentro protocolario con los representantes sindicales, ha asegurado que conoce "perfectamente" el funcionamiento de la planta española y reconoció que "el valor de la misma radica en los trabajadores".
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El objetivo de Magna, que está visitando las nueve plantas de Opel en cinco países de Europa, es ajustar la producción y devolver el dinero prestado por la Administración para garantizar la supervivencia de la empresa, lo que implicará necesariamente la reducción de puestos de trabajo. En este sentido, Bona también ha señalado que, a la hora de reducir la plantilla, "siempre hay fórmulas para hacerlo y provocar el menor daño posible", con la aplicación de Expedientes de Regulación de Empleo o prejubilaciones.
A pesar de las buenas palabras, la situación de la planta de Figueruelas, donde trabajan 7.500 trabajadores, es una fuente de preocupación para trabajadores, sindicatos y Gobierno. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, acudió a San Petersburgo para entrevistarse con la parte rusa del futuro accionariado de la nueva marca y exponerle su preocupación por el futuro de la planta, en la que en la actualidad se fabrica el Opel Corsa, el derivado comercial Combo y el monovolumen Meriva, que empezarán a construir a partir de 2010 y que se ha convertido en una de las grandes bazas de la compañía.
Por otro lado, el diario alemán Die Welt informa de las intenciones de Magna de recortar 11.600 empleos en Opel. Esta cifra es superior a la barajada inicialmente, de 10.000 despidos en Europa, donde emplea a 55.000 personas. De éstos, unos 2.500 recortes de empleo se realizarían en Alemania.
Confiados en la capacidad y la fortaleza de Figueruelas, los representantes de los sindicatos han pedido a la nueva dirección que la reestructuración se lleve a cabo por motivos estrictamente económicos y productivos.