California ha dado esta madrugada un paso clave para superar la difícil situación financiera que atraviesa desde hace meses por una crisis que dura más de lo previsto y que ha llevado al estado, que por si solo equivale a la octava economía mundial, a acumular un déficit público de 26.000 millones de dólares (18.861 millones de euros) que le ha dejado al borde de la bancarrota, según informan los medios estadounidenses.
Gracias a su compromiso de reducir los gastos en 15.000 millones de dólares (10.500 millones de euros) y bajo la promesa de no aprobar nuevas subidas de impuestos, el gobernador, Arnold Schwarzenegger, ha llegado a un principio de acuerdo con el parlamento estatal que le permitirá sacar adelante los presupuestos y poner fin a la práctica de emitir pagarés para cumplir con sus compromisos corrientes de pago. Una práctica desconocida en los últimos 17 años.
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"Hemos logrado mucho", ha celebrado Schwarzenegger antes de destacar que el nuevo presupuesto "hace al gobierno más eficiente y reduce el despilfarro, el fraude y el abuso en algunos de los programas". El acuerdo para apoyar las cuentas, asimismo, supone una victoria para el antiguo actor de Hollywood, que ha vinculado la necesaria reforma de su Gobierno a este pacto.
California, el estado más poblado de todo el país y cuyo estancamiento fiscal ha disparado las alarmas en la Casa Blanca, se ha visto obligado durante las últimas semanas a emitir miles de pagarés para subsistir y pagar a sus acreedores.
Las rentas bajas, las más desfavorecidas
"Gastamos más de lo que tenemos", reconoció el propio gobernador en pleno proceso de negociación de los presupuestos. Y razón no le faltaba, ya que el déficit de California ha crecido a un ritmo de 40 millones de dólares diarios (28,6 millones de euros), lo que ha llevado a su calificación crediticia a caer justo por encima del nivel de basura, el más bajo de todo el país.
No obstante, aunque el acuerdo alivia la situación a corto plazo de las finanzas públicas del estado, la envergadura del coste presupuestario amenaza con intensificar el impacto social de la crisis ya que, irremediablemente, supondrá un recorte de las prestaciones a los más desfavorecidos.
Concretamente, los fondos para educación primaria y universidades se rebajarán en 6.000 y 3.000 millones de dólares (4.219 y 2.109millones de euros, respectivamente). Aunque el Gobernador ha asegurado que este dinero será "reembolsado" en un futuro. También, 3.000 millones de dólares se suprimirán del programa de salud pública para pobres y rentas bajas, conocido como Medi-Cal, entre otros recortes menores que afectarán a los servicios de empleo y ayuda a la infancia.