Las consecuencias de la grave crisis que atraviesa la economía española no son todas negativas, ya que también está permitiendo corregir algunos desequilibrios intrínsecos al modelo productivo del país como el déficit exterior, que aumenta su contracción y baja un 48% al cierre de los ocho primeros meses del año por el ajuste de la balanza comercial, con lo que queda en 37.981 millones de euros, según ha informado el Banco de España.
El recorte en un 31% de las importaciones por la caída del consumo de las familias, más pronunciado que el descenso del 20% registrado en las exportaciones, ha posibilitado el recorte en más de la mitad (54%) del déficit la balanza comercial, con lo que su balance negativo bajó hasta los 28.841 millones
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Además, los datos de la balanza por cuenta corriente, que mide las transacciones de bienes, servicios, rentas y transferencias de España con el exterior, también se han visto condicionados a la baja por la reducción del saldo negativo de los productos energéticos y, sobre todo, de los no energéticos. En menor medida, la balanza de rentas y transferencias, así como a la caída del superávit de servicios, han ayudado a esta corrección.
Así, el déficit de la balanza de transferencias -que contabiliza salidas, como las remesas de los inmigrantes, y entradas, como los fondos europeos- cayó un 12,77% hasta los 6.613,7 millones, en tanto que el de rentas, que recoge las entradas y salidas de rentas del trabajo y las de capital (como dividendos e intereses) disminuyó un 7,31% y alcanzó los 20.173,8 millones. Por su parte, el superávit de la balanza de servicios, que refleja transacciones de este sector, como el turismo -aunque reduce su aportación positiva un 7,8% por la crisis del sector- o la consultoría, fue de 17.647,4 millones, lo que supone un 5,36% menos en tasa interanual.
Con respecto a la balanza de capital, que recoge las transferencias de capital y las de los activos no financieros y no producidos (como los derechos de autor o los terrenos) generó un superávit de 2.625,5 millones entre enero y agosto, un 41,07% menos.
Por todo ello, el saldo agregado de las cuentas corriente y de capital supuso una necesidad de financiación de la economía española frente al exterior de 35.355,9 millones de euros, un 48,75% inferior al de los ocho primeros meses de 2008.