La historia se repite. La segunda fusión de las cajas catalanas también se retrasa. Así lo han decidido hoy las cajas comarcales de Girona, Manlleu, Sabadell y Terrassa, como hace pocos días lo hicieron también Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa. El motivo es el mismo: el retraso de la tramitación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), cuya negociación que ha hecho saltar algunas chispas entre la Comisión Europea y el Gobierno español. Las cajas comarcales han requerido 500 millones de ayudas, y en su plan de fusión se comprometen a devolver el dinero en cuatro años.
Los consejos de administración de Caixa Sabadell y Caixa Girona han aprobado esta tarde la decisión de retrasar la asamblea general de las respectivas entidades, que estaba convocada para el próximo 8 de febrero, porque se calcula que para esa fecha no tendrán aún la luz verde definitiva a las ayudas. Mañana será el turno de los consejos de administración de Caixa Terrassa y Caixa Manlleu.
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Las entidades, que han corrido a protagonizar movimientos de fusión entre llamamientos del Banco de España y del Gobierno español a concentrarse, no disimulan su frustración porque ahora deban retrasar el proceso por la tramitación. En el caso de estas cajas, las ayudas requeridas están justo en el límite general que Bruselas impone a las ayudas a conceder: deben equivaler a un 2% de los activos ponderados de riesgo. No es el caso de Catalunya, Tarragona y Manresa, en que se alcanza el 2,5%, lo que plantea que su fusión será evaluada específicamente por la Comisión. Las cajas catalanas no quieren aventurarse a dar fecha a la convocatoria de las futuras asambleas, porque no quieren volver a encontrarse con nuevos problemas por el camino. En el sector se calcula que será difícil que antes de abril puedan tener esta luz verde.