Economía ha fijado ya las condiciones que impondrá a los bancos y cajas que reciban ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Las entidades que recurran al fondo para apoyar sus fusiones tendrán drásticas limitaciones a su actuación.
Las cajas que reciban ayudas no podrán llevar a cabo planes de expansión mediante la adquisición de otras entidades, tampoco podrán utilizar la circunstancia de haber sido apoyadas por el FROB con fines comerciales o publicitarios, ni llevar a cabo políticas comerciales agresivas y deberán ajustar las políticas de retribución de sus altos directivos.
Además, las entidades que reciban ayudas que superen el 2% de sus activos ponderados por riesgos deberán llevar a cabo un proceso de desinversión que comporte, al menos, el 10% de su capacidad instalada (o hasta el 20% en algunos casos). Además, deberán comprometerse a no aumentar el número total de sucursales en España mientras se mantenga el apoyo financiero del FROB.
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También tendrán que comprometerse a no repartir dividendos o, en el caso de las cajas de ahorro, a no acordar dotaciones a la obra benéfico-social para proyectos nuevos. Por último deberán comprometerse a mantener el ratio de productividad del personal durante los 5 años siguientes, respecto de la red estructurada y los servicios centrales.