La patronal Fomento del Trabajo celebra hoy elecciones a su presidencia con una grieta interna insólita. Un grupo de empresarios catalanes liderados por el empresario Joaquim Boixareu, consejero delegado del grupo Irestal y expresidente del lobby empresarial Femcat, ha decidido enarbolar la bandera de la renovación con una candidatura alternativa a la de Joan Rosell, que lleva 15 años al frente y opta a la reelección arropado por sus vicepresidentes y buena parte de los pesos pesados de la institución.
A las urnas están llamados un total de 565 electores, entre organizaciones sectoriales, territoriales y empresas que forman parte de Fomento, organizción adscrita a su vez a la CEOE. Cada elector deberá depositar dos votos en urnas diferenciadas. Por un lado, elegirá al nuevo presidente de la patronal entre los dos candidatos y, por otro, votará a los 76 miembros de la junta directiva mediante listas abiertas. El voto es secreto, presencial e indelegable, por lo que las elecciones están muy abiertas, han coincidido en señalar ambas candidaturas.
En la presentación de avales, Rosell logró 204, de los que 97 son organizaciones y otros 107 empresas individuales. Boixareu presentó 60, aunque en su candidatura aseguran que la cifra no es indicativa. La opción de Boixareu parte con el apoyo del presidente de Cecot, Antoni Abad; Carles Sumarroca, vicepresidente de Comsa Emte; Antoni Zabalza, presidente de Ercros; Antoni Marsal, presidente de la patronal metalúrgica UPM, y Josep Casas, del Gremio de Fabricantes de Sabadell.