El titular del juzgado mercantil número 6 de Barcelona acaba de dejar claro a los trabajadores de Cacaolat, la Generalitat, los administradores concursales y las empresas que se han interesado por la marca de batidos que no permitirá el traslado a Madrid y que la venta sigue adelante. El juez ha reunido a las partes para tranquilizarles, después de que el pasado jueves los administradores de Clesa, propietaria de Cacaolat, manifestaran su intención de pedir el traslado del expediente de la marca catalana a Madrid. La maniobra persigue lograr inyectar liquidez a Clesa procedente, cuando se produzca, de la venta de Cacaolat.
Además de Vichy Catalán (la única empresa que ha depositado un aval para hacer efectiva la compra de la unidad productiva de Cacaolat) han acudido a la reunión Leche Pascual, Central Lechera Asturiana, Victory (detrás de la que hay una multinacional de bebidas, según los sindicatos) y dos nuevos fondos de inversión. De acuerdo con lo fijado por el juez, pasado mañana finaliza el plazo por el que las empresas pueden mostrar interés en la compra y presentar sus ofertas.
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El presidente del comité de empresa de Cacaolat, José Miguel Miguel (UGT), se ha mostrado más tranquilo después de escuchar al juez. "Estamos más tranquilos", ha asegurado, y se ha mostrado convencido de que el proceso de venta de la fábrica será en cualquier caso más rápido que un eventual traslado del expediente del concurso. Pero el juez ha dejado clarísimo que "se opondrá" al traslado, indican otras fuentes sindicales.
Por parte de la Generalitat han acudido a la reunión el director general de Industria, Joan Sureda, que ha expresado su garantía de que la administración catalana velará por la continuidad de Cacaolat en Cataluña.