La agencia de calificación Fitch se ha sumado a sus colegas de Moody's y ha recortado hoy la nota de solvencia de la Comunidad de Valencia en un escalón hasta BBB, con lo que se queda a las puertas de caer a la categoría considerada como bono basura. Esta calificación está restringido a los inversores con menor aversión al riesgo ya que está considerado como un nivel de especulación por las posibilidades de impago que representa.
Según argumenta la sociedad, la decisión es debida a que la Comunidad de Valencia ha dejado de ser "relevante de cobertura", según Fitch, que añade que por este motivo ya no emitirá más notas sobre su solvencia en un futuro.
Junto a la decisión de rebajar a Valencia, la sociedad dedicada a la calificación de riesgos también ha cambiado la perspectiva sobre Murcia y Cataluña de estable a negativa. Por tanto, abre la puerta a seguir sacando la tijera en un futuro próximo. La actual calificación sobre la calidad crediticia de ambas regiones es A y A-, respectivamente.