"Nuestro consejo sigue siendo que se adopten las precauciones necesarias en el campo y que se eviten todas las visitas no estrictamente necesarias a las granjas, y, en particular, el contacto con el ganado", ha explicado el ministro de Agricultura y Alimentación, Nick Brown tras un consejo extraordinario de ministros.
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El Ejecutivo de Blair ha decidido extender ante la alarma desatada la actual prohibición de trasladar ganado en territorio del Reino Unido y lo ha ampliado hasta el próximo 16 de marzo. La crisis además se ha cobrado hoy dos víctimas en el mundo del deporte: el partido de rugby entre Gales e Irlanda que debía disputarse en Cardiff el próximo fin de semana, dentro del torneo Seis Naciones y las carreras de caballos en el Reino Unido e Irlanda durante una semana, que se han suspendido .
Un portavoz de la Federación Irlandesa de Rugby, ha explicado que la decisión de aplazar el partido se tomó para impedir que los numerosos aficionados irlandeses que tenían previsto desplazarse hasta Gales pudieran importar el virus de la enfermedad a su país. En términos parecidos, la decisión de suspender las carreras de caballos se ha adoptado también para impedir que se difunda la infección, ya que los equinos no padecen la enfermedad, pero pueden transmitirla.
Para impedir causar un perjuicio económico a los ganaderos y una escasez de carne en los mercados, Londres implantará un sistema de control por el cuál se permitirá el traslado de animales sanos estrictamente de su explotación ganadera al matadero.
El Gobierno también aumentará el monto de las compensaciones a los granjeros afectados por la crisis hasta los 152 millones de libras (alrededor de 41.260 millones de pesetas), según ha anunciado el titular de Agricultura. Tal y como informaba ayer EL PAÍS la nueva crisis puede costarle al país cerca de mil millones de libras (275.000 millones de pesetas).
A lo largo de la jornada de hoy el asesor veterinario del Gobiernobritánico, Jim Scudamore, ha confirmado cuatro nuevos casos de fiebre aftosa en Gran Bretaña, con lo que asciende a 22 el número total de brotes.
Uno de los cuatro casos confirmados hoy está en Herefordshire, en las afueras de Londres; otro en Lancashire, en el noroeste de Inglaterra, y dos en Powys, en el centro de Gales.
De los otros dieciocho, siete se encuentran en explotaciones agrícolas del norte de Inglaterra, cuatro en el sudeste, otros cuatro en el suroeste, dos en el sur y uno en Gales.
Además, los veterinarios realizan hoy estudios en una granja delcondado de Armagh, en el este de Irlanda del Norte, en lo que, deconfirmarse, sería el primer brote de aftosa en el Ulster.
Los animales sacrificados o por sacrificar son ya 11.000, de los que mil son vacas, 8.500 ovejas y 1.500 cerdos.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha impuesto zonas de exclusión en las áreas afectadas para evitar que el mal se propague por todo el país, aunque habrá que esperar varios días para saber con exactitud si se ha podido controlar la situación.
La aftosa es un mal que causa ulceraciones alrededor de los morros y las pezuñas de los animales pero no provoca su muerte, aunque sí los debilita, porque dejan de ganar peso y de producir leche.
Aislamiento temporal en Alemania
Por otro lado, las explotaciones ganaderas alemanas han sido aisladas esta madrugada de forma temporal y el transporte de animales ha sido prohibido a tres kilómetros a la redonda después de que se detectaran anticuerpos de fiebre aftosa en cinco ovejas.
Las granjas se encuentran en el estado de Renania del Norte Westfalia, donde viven buena parte de los animales importados desde el Reino Unido, de los que ya se han sacrificado 1.500 ovejas como medida de precaución para evitar la propagación.
Las granjas de donde procedían estas cinco ovejas permanecerán en cuarentena hasta que se conozcan los resultados de otros análisis encargados.
La titular de Medio Ambiente y Agricultura de ese estado federado, Barbel Hoehn, ha asegurado que la atención se centra en encontrar "rebaños de crisis" entre los que pudiera haber animales contagiados.