La marcha ha partido de los alrededores de la Plaza de Neptuno, pese a que el inicio estaba previsto en la glorieta de Atocha, a causa de la gran afluencia de manifestantes. Por este mismo motivo los primeros participantes han alcanzado muy pronto el destino final de la protesta, la Puerta del Sol.
El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias; acompañado de representantes de todos los partidos del Gobierno de Aragón, salvo el PP; el secretario de Política Autonómica del PSOE, Alvaro Cuesta; el coordinador de IU, Gaspar Llamazares; el diputado socialista por Aragón Juan Alberto Belloch y varios líderes regionales de UGY y CC.OO así como de organizaciones ecologistas han encabezado la marcha.
Los manifestantes, que han caminado tras una pancarta con el lema No a este PHN, piden al Gobierno la profunda modificación del proyecto del Plan, actualmente en trámite parlamentario, que prevé el trasvase de más de 1.000 hectómetros cúbicos del Ebro a las cuencas mediterráneas.
El actor José Luis Pellicena, ha sido el encargado de leer un comunicado en el que se ha exigido una profunda modificación del proyecto presentado por el Gobierno al Consejo Nacional del Agua y el estudio de medidas alternativas al tiempo que se ha criticado el "mercadeo del agua".
La interpretación del "Himno a la Libertad" por el diputado del CHA y cantautor, José Antonio Labordeta, ha cerrado la manifestación.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han informado de que unos 700 autobuses han llegado a Madrid y que no se han registrado incidentes ni complicaciones.
Concentraciones en Aragón
En Aragón también se han celebrado diversos actos de protesta contra el proyecto. Miles de personas se han concentrado en la plaza del Pilar de Zaragoza donde desplegaron una bandera gigante de Aragón y se dio lectura al mismo comunicado que en Madrid. También se leyó en Huesca y Teruel, donde cientos de personas acudieron a las concentraciones simultáneas en las plazas de Navarra y de San Juan, respectivamente.
Un plan polémico
El 9 de febrero el Consejo de Ministros aprobaba el proyecto del Plan Hidrológico Nacional, una semana después de recibir el visto bueno del Consejo Nacional del Agua, un órgano consultivo dominado por representantes de la Administración central. El Gobierno espera que el proyecto, que ya ha comenzado su tramitación parlamentaria, sea aprobado antes del verano. El plan incluye inversiones de más de tres billones de pesetas en obras hidráulicas en ocho años. Pero el apartado que ha levantado más protestas es un trasvase del Ebro, al que identifica como el único río excedentario, de 1.050 hectómetros cúbicos que tendrá un coste de 700.000 millones de pesetas.