En una conferencia de prensa posterior a la reunión con Annan, Mutswakel ha justificado la demolición de los colosos preislámicos en la provincia central de Bamiyán.y ha calificado el asunto de "cuestión religiosa interna". Los radicales integristas esgrimen que no ha se ha proporcionado ninguna jusitificación religiosa" para evitar
la orden de destrucción.
"Los trabajos de demolición comenzaron ya y no queda ya gran cosa" de los dos budas gigantes esculpidos hace más de 1.500 años en los escarpes de Bamiyán", ha añadido Mutswake
Las demoliciones anunciadas por fuentes oficiales son imposibles de verificar, ya que la milicia talibán ha prohibido el acceso al lugar de las esculturas a todo extranjero.
La comunidad internacional ayer se movilizó para evitar la destrucción de las estatuas: mientras que el secretario de la ONU, Kofi Annan, viajaba a Islamabad, Pakistán, aliado de los talibán, enviaba a Kabul a su ministro del Interior para pedir al Gobierno que reconsideresa su actitud. Rusia iba más lejos y en virtud de las sanciones aprobadas en diciembre por el Consejo de Seguridad de la ONU recordaba el decreto contra el régimen integrista afgano, por el que se prohíbe la venta de armamento y munición a territorios bajo control talibán.
Entre los esfuerzos diplomáticos también se han incluido los del ministro de Asuntos Exteriores de Sri Lanka (país de mayoría de población budista), Lakshman Kadirgamar, viajó a Islamabad para solicitar los buenos oficios del Gobierno paquistaní en la supervivencia de las estatuas.