La juez ha tomado esta decisión tras más de 10 horas de interrogatorios y, pese a que la fiscal del caso había pedido en los 19 casos el encarcelamiento preventivo de los acusados por la gravedad de los hechos, por riesgo de huída y por el temor de reincidencia en nuevos enfrentamientos con la Policía.
Una veintena de familiares, amigos y simpatizantes esperaban a las puertas de las dependencias judiciales a que los 19 detenidos abandonasen los juzgados.
Los hechos comenzaron poco después de las 9.00 del pasado martes, cuando agentes antidisturbios de la Policía acudieron por la mañana a la vivienda situada en el número 22-24 de la calle Sant Josep de la Muntanya, conocida como la casa Ñoki, para desalojarla por orden de un juzgado de Barcelona.
Este casa fue desalojada sin incidentes, pero los moradores del inmueble contiguo, conocido como Kasa de la Montaña protestaron lanzando objetos como piedras o ladrillos -y hasta un ordenador- a las fuerzas de seguridad.
Tras los incidentes fueron detenidas 17 personas por los disturbios producidos en el Paseo de Gracia.
Además, la Policía detuvo a otros dos jóvenes en el distrito de Sant Martí por incidentes similares relacionados con el desalojo, y que han sido puestos a disposición judicial junto con el grupo principal.
Petición de prisión provisional
Fuentes judiciales indicaron anoche que la fiscal adscrita al juzgado de Instrucción 26 de Barcelona, que se encarga del caso, había solitado el encarcelamiento preventivo de los primeros okupas interrogados, que se encontraban en el interior de la Kasa de la Montaña, por la gravedad de los hechos y la posibilidad de que reincidan y vuelvan a enfrentarse a la policía.
Los abogados de los acusados se han opuesto a la petición de cárcel alegando que, al menos, los dos primeros interrogados carecen de antecedentes tanto policiales como judiciales, tienen domicilio y trabajo fijos y niegan la posibilidad de que reincidan.
Mientras la juez tomaba declaración a los detenidos para tomar una decisión , la manifestación que pedía su liberación llegó a la puerta de la comisaría en la que se hallaban aquéllos.
Lo que en principio iba a ser una protesta pacífica se vio enturbiada por incidentes en el barrio de Sants de Barcelona, donde un grupo de okupas incendió contenedores de basura y rompió los cristales de varias tiendas y entidades bancarias.
La juez ha decidido sobre estas cuestiones esta madrugada, decretando la libertad con cargos de todos los detenidos.