Una ladera sigue ardiendo en el frente del noreste en dirección a Loarre, en las inmediaciones de la ermita de Santa Marina, en el que actúan los medios aéreos. Este frente parece no reviste, en apariencia, gravedad y podrá controlarse, mientras que en el entorno de Linás de Marcuello existen varios focos que presentan una longitud de 250 metros.
El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Víctor Longás, afirmó ayer que, como medida para frenar el avance del fuego en esta zona, se va a solicitar la roturación de las tierras de labor del entorno, ya que son los rastrojos de los campos entre el monte el factor que reaviva las llamas y el "detonante del no control" del fuego.
Los 120 habitantes de la localidad de Riglos, los únicos que fueron evacuados el pasado miércoles, han regresado a sus domicilios, mientras que no se prevé que haya incidencias ni en Sarsamarcuello ni en Loarre y no existe ningún riesgo para campamentos o acampadas en la zona.
El responsable de Medio Ambiente indicó que el foco hacia Concilio y Ayerbe se está "defendiendo bastante bien" y se espera que dé menos problemas que el que avanza hacia Loarre, al tiempo que informó de que la línea del tren y las carreteras están abiertas.
No se trata de un espacio protegido
En la zona están trabajando diez cuadrillas forestales del Comena del Gobierno de Aragón, tres hidroaviones, dos avionetas de carga en tierra con base en Monflorite (Huesca), dos helicópteros del Ejecutivo aragonés, un avión de reconocimiento procedente de Madrid y tres brigadas de refuerzo contra incendios forestales de Daroca (Zaragoza), León y La Rioja.
Asimismo, participan en la extinción de las llamas tres motobombas del Gobierno de Aragón, dos buldozer, cuatro camiones de los parques de Fraga, Tamarite, Berdún y Sangüesa, dos autobombas del parque de bomberos de Zaragoza y otras tantas del de Zuera (Zaragoza), efectivos de la Guardia Civil, vehículos de apoyo logístico y comunicaciones y el helicóptero de Urgencias y Emergencias del Gobierno aragonés.
El consejero añdió que en la zona no hay ningún espacio protegido y en torno al 70% de las hectáreas arrasadas son de entidad pública o consorciadas. La capacidad de recuperación de la zona dañada se estima, en el sur a partir de los Mallos de Riglos, de entre cinco y seis años, mientras que en la vertiente norte, con pino silvestre, puede comenzar la limpieza y repoblación en unos dos años.
7.800 hectáreas quemadas en una semana
l gran incendio de la Sierra de Sarsa (Huesca) sigue activo y ha arrasado ya más de 3.000 hectáreas de bosques y montes, con lo que esta semana las llamas, avivadas por las altas temperaturas y el aire seco y cálido, han quemado alrededor de 7.800 hectáreas.
El incendio en la Sierra de Sarsa, al que se suma en la misma provincia el declarado en Bernués y que ha quemado ya 230 hectáreas, es el más virulento de los tres grandes (de más de 500 hectáreas) registrados esta semana, según datos facilitados por las respectivas comunidades.
Así, en los últimos días, se han perdido 836 hectáreas de pinar de alto valor ecológico en la Sierra de Cazorla, y más de 2.000 hectáreas de pasto, matorral y monte bajo en Los Arribes de Duero (Salamanca), a causa de un fuego que amenazó a cuatro municipios.
Otros incendios importantes son los de Álava, donde se han perdido 250 hectáreas en dos incendios; la Sierra de Guadarrama (Madrid), con 64 hectáreas de zona arbolada quemadas, y La Floresta (Lérida), con 130 hectáreas.