El secretario de Política Económica del PSOE, Jordi Sevilla, ha denunciado que el equilibrio presupuestario que mantienen los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2002 es un "engaño contable" y ha acusado al Gobierno de esconder un déficit real de 1,4 billones de pesetas, dado que no presentan equilibrio entre ingresos y gastos.
Durante su intervención ante el Pleno del Congreso de los Diputados para defender las enmiendas a la totalidad presentadas por el PSOE a los proyectos de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el 2002 y de la conocida como ley de acompañamiento, Sevilla ha arremetido contra el sistema empleado por el Gobierno para ajustar las cuentas públicas utilizando el superávit de la Seguridad Social para tapar el agujero de 600.000 millones de déficit del Estado central.
Pero el portavoz socialista ha ido más lejos y ha asegurado que el Ministerio de Hacienda ha utilizado al Tesoro Público para ocultar el endeudamiento del Estado para el año próximo, que asciende a 8.473 millones de euros (1,4 billones de pesetas) "el verdadero déficit que presentan estos presupuestos", que ha cifrado en el 1% del Producto Interior Bruto (PIB).
El portavoz socialista ha criticado que los presupuestos son "increíbles" y ningún experto financiero nacional ni internacional se los cree, en referencia a un crecimiento del 2,9% del PIB. "Son unas cuentas sin coherencia", ha señalado.
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La sombra de Gescartera
Durante su intervención en el Congreso, el ministro de Hacienda ha anunciado que su comparecencia en la comisión de investigación del caso Gescartera "está prevista para el próximo lunes".
La confirmación de Montoro se produce un día antes de que la comisión se reúna en el Congreso para fijar las comparecencias de la próxima semana y tramitar las citaciones a los interpelados. En la comisión, que funciona con voto ponderado, el PP tiene mayoría absoluta.
Según esgrimió en su día el PP, las comparecencias ante la comisión de investigación debían comenzar con los responsables de la agencia de Antonio Camacho y deberían cerrarse con los máximos representantes del Gobierno, por lo que la presencia de Montoro la próxima semana vendría a confirmar las denuncias de la oposición acerca de un cierre inmediato de la comisión.