Ni se considera un héroe, ni es una persona especial. No es un policía jubilado ni un ex miembro del CESID. Es una persona normal, con esposa, trabajo e hijos. Así se describe en una carta entregada hoy al alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, y leída después por el regidor en una conferencia de prensa, el ciudadano anónimo que persiguió y permitió la detención el pasado martes de dos miembros del comando Madrid que acababan de cometer un atentado.

En la carta, titulada Por qué lo hice, señala que "quienes me conocen no dejan de hacerme esta pregunta, y a ellos ya les he contestado, quiero ahora desde estas líneas responder a quienes no me conocen, y exageradamente sin duda no dejan de calificarme como héroe y ciudadano ejemplar".

"Soy un civil, lo he sido siempre -salvo mi etapa de milicia universitaria-, tengo esposa e hijos y gracias a Dios, llevo una vida y un trabajo normal; todo ello vale lo suficiente como para darme cuenta de lo mucho que hubiera podido perder, pero ahora soy consciente de que valió la pena mi esfuerzo", indica.

"Son ya muchas, por desgracia, las ocasiones en las que rabia, impotencia y emoción han sido los únicos sentimientos que he podido tener ante la brutalidad de los terroristas tras cada nuevo atentado", añade en su escrito, "creo que todos hemos sido conscientes de la inutilidad de cualquier esfuerzo que en esos momentos cualquiera de nosotros sin duda hubiera estado dispuesto a realizar", continúa.

Según relata, "aquella mañana de noviembre, el destino quiso brindarme la oportunidad de poder hacer lo que cualquiera hubiera hecho: mantener los nervios, procurar estar sereno y atento a lo que sucedía, y quizás cierta intuición, pudieron propiciar que del enorme caos producido, llamara mi atención la sorprendente serenidad de dos individuos que abandonaban el lugar introduciéndose en un vehículo", señala.

"Había que tomar una decisión y sin duda pesaba mucho la sangre una vez más derramada a manos terroristas. eso hizo que emprendiera la persecución, olvidando tal vez mis propias circunstancias, absolutamente convencido de que demasiadas veces una actitud pasiva ha servido de amparo a los asesinos", prosigue en su misiva.

El hombre asegura que "no imaginaba el alcance que iba a tener aquella decisión y no es momento de vanagloriarse, no soy ningún héroe, héroes son los apenas chavales, miembros de nuestra policía, que delante mía y sin vacilar se lanzaron a una peligrosa captura y a un riesgo cierto".

En su opinión "no tengo más mérito que otros muchos españoles que, con su tesón y constancia, llevan muchos años dedicando sus vidas a protegernos a todos, verdaderos héroes de estos tiempos que nos ha tocado vivir".

"Quiero agradecer sin embargo a todos aquellos que en los diversos medios me han dedicado su homenaje, homenaje que no me corresponde y que, desde estas líneas, quiero trasladar al recuerdo de tantas y tantas víctimas, con la esperanza de que pueda dar siquiera algún consuelo a sus familiares", indica en la carta.

"Mi nombre es el de cualquiera de vosotros que lea estas líneas y comprenda que el fin del terrorismo empieza en cada uno de nosotros, actuando sin miedo y permaneciendo alerta para la defensa de nuestro Estado de Derecho", concluye antes de firmar "un español más".

La carta, según Alvarez del Manzano, le fue entregada por el autor quien le reiteró su voluntad de permanecer en el anonimato: "No sigan indagando sobre la identidad de esta persona porque quiere seguir en el anonimato", ha pedido el alcalde a los periodistas, "ha prestado un servicio importante pero no quiere relevancia alguna".

Según Alvarez del Manzano, "yo tampoco conozco su nombre" y ha agregado que "no podemos condecorar sin abrir un expediente a nombre de una persona y con el razonamiento de la condecoración, sólo podemos darle un homenaje virtual, 'a quien corresponda', pero él no quiere ser identificado y debemos respetarlo".