La comisión de estatutos del Partido Popular ha aprobado esta noche que sus congresos nacionales puedan limitar la duración de los mandatos de sus cargos públicos. El ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, ha retirado parte de sus enmiendas sobre esta limitación y ha aceptado una transaccional de los ponentes que atribuye al congreso nacional del partido "la competencia de decidir sobre cualquier reforma que pueda afectar a la reducción de mandatos".
El acuerdo se ha producido durante el debate de enmiendas en la comisión de estatutos del XIV Congreso del PP y después de que el ministro de Fomento hubiese hecho una encendida defensa de ellas en la que ha instado a los compromisarios a votar pensando en "ganar elecciones" y no en "ganar congresos".
Cascos ha accedido a retirar su enmienda que pretendía limitar a ocho años -diez en el caso de que hubiera elecciones anticipadas- la permanencia en la presidencia del Gobierno. Ha aceptado la enmienda transaccional de los ponentes Ángel Acebes y Ana Mato, pero siempre y cuando se vincule expresamente al artículo de los Estatutos que recoge las competencias "exclusivas e indelegables" del congreso nacional.
El modelo de partido
El ministro de Fomento ha argumentado durante la defensa de sus enmiendas que cree, "sin límites tácticos, en la trascendencia de anteponer el modelo de partido a otros objetivos", destacando la "supremacía de un partido reglado sobre una simple agrupación de voluntades personales".
Cascos ha advertido de que "prefiere un partido sin Gobierno, que un Gobierno sin partido" y ha explicado que ganar congresos es fácil, pero no las elecciones, por lo que ha pedido que se votara su enmienda pensando en ganar las próximas generales.
El ex secretario general del PP, tras narrar las innovaciones estatutarias que los populares han ido incluyendo en los últimos años en sus congresos y concretar el sentido de sus enmiendas, se ha preguntado: "¿Es bueno o malo que los estatutos del partido recojan como valor colectivo algo que, al margen de otras consideraciones, todos reconocemos como un gran valor ético personal a nuestro presidente?".
Tras apelar a los miembros de la comisión de estatutos para que votaran en libertad y con responsabilidad las enmiendas, Alvarez-Cascos ha explicado: "Sé muy bien que ganar congresos, en un partido ejemplarmente disciplinado y fuertemente cohesionado, es hoy relativamente fácil. Pero ganar elecciones es y seguirá siendo bastante difícil para el PP".
"Por todo ello, el resultado de este congreso no lo sabremos esta noche. Ni mañana, ni pasado. Solamente lo sabremos en el 2004", ha subrayado. Finalmente, el ministro de Fomento ha pedido que se votaran sus enmiendas, "no solo pensando en ganar o perder la ponencia de estatutos, sino pensando sobre todo en ganar las próximas elecciones generales".
Históricos
El dirigente del PP ha comenzado su intervención defendiendo su condición de histórico del partido y saliendo al paso de algunas interpretaciones de los motivos por los que ha presentado las enmiendas.
"Uno de estos comentarios -ha señalado- intenta encontrar la justificación de mis enmiendas en mi condición de histórico del partido. Si con este adjetivo se trataba de criticar mi condición de compromisario enmendante, os aseguro que el resultado es más bien el contrario. Me siento muy orgulloso de haber estado presente en toda la aventura histórica del PP desde 1996".
"Somos un gran partido porque los históricos pusieron primero los cimientos, luego los pilares y finalmente las fachadas y el resto de los remates y las instalaciones modernas de nuestra organización. Por todo ello, no quiero renunciar a una condición tan honrosa como indeclinable", ha añadido.
Álvarez-Cascos ha explicado que la obra de los históricos permitió a los más jóvenes, y a los que han llegado más tarde al PP, encontrarse con una organización consolidada, montadas las sedes y abiertas las oportunidades de participación.
Asimismo, ha resaltado que uno de los pilares de la construcción del PP ha sido siempre la preocupación por definir y perfeccionar el modelo de partido, lo que se convirtió en una de las claves de su éxito.
"Por eso, cuando escucho a alguien referirse a mis enmiendas asegurando que no son aceptables porque la posibilidad de regular estatutariamente límites de mandatos no tienen precedentes legales, me pregunto si vamos a arrepentirnos ahora de nuestra historia", ha argumentado.