La Guardia Civil ha detenido en Navarra a seis presuntos etarras miembros de un comando legal (no fichado) listos para actuar. Según ha explicado el ministro del Interior, Mariano Rajoy, los detenidos tenían en su poder una bomba lapa y diverso armamento con el que se disponían a atentar "en cualquier momento".
La operación policial, a las órdenes del juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco, se ha iniciado a las 4.00 horas y ha permitido abortar la reconstitución de la infraestructura de ETA en Navarra.
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Tres de los seis presuntos miembros de ETA detenidos, tres hombres y tres mujeres, tienen antecedentes por acciones de kale borroka (violencia callejera) y pertenencia a Jarrai, la organización juvenil de apoyo a ETA ilegalizada por el juez Garzón. Ésta es la información que Interior ha difundido sobre su historial:
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Las otras tres personas detenidas, todas ellas mujeres, son Irantxe Sanz, Eneka Royo y María Couso y no constan antecedentes policiales.
La Guardia Civil ha registrado cuatro inmuebles en la calle de Concejo de Badostain en el barrio de Mendillorri de Pamplona y en las localidades de Burlada y Alzoain Berrioplano, y se ha incautado de una bomba lapa, tres pistolas listas para ser utilizadas, un subfusil MAT 3, una escopeta de cañones recortados, munición para esas armas, temporizadores, material electrónico, y diversa documentación sobre posibles objetivos. El comando desarticulado había hecho seguimientos a un funcionario de Prisiones, según han indicado fuentes jurídicas.
Un atentado inminente
La operación se ha llevado a cabo ante las sospechas de que los detenidos estaban preparando un atentado que se llevaría a cabo de forma inminente. Rajoy ha revelado que el desencadenante de la actuación policial fue la detección, merced a las labores de contravigilancia, de una "persona cuyas actitudes llamaron la atención" a las fuerzas de seguridad.
Después se comprobó que la persona localizada tenía antecedentes policiales por acciones de violencia callejera, por lo que se procedió a solicitar autorización judicial para iniciar las actuaciones. Las fuerzas de seguridad investigan ahora si este comando había actuado ya en alguna ocasión.
Por su parte, el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, ha declarado que el comando desarticulado, probablemente aún no había llegado a actuar, extremo éste que se está investigando a partir de la documentación incautada.
La bomba lapa incautada estaba ya preparada y es similar al artefacto con el que ETA intentó asesinar en la localidad navarra de Cizur Mayor, el 24 de enero de 2001, al subteniente del Ejército José Díaz Pareja.
En esa ocasión, la bomba lapa contenía medio kilogramo de cloratita, la misma carga del artefacto que mutiló el pasado martes al joven socialista Eduardo Madina en Sestao, pero no llegó a estallar porque falló el mecanismo de activación.
Mientras tanto, los detenidos están siendo trasladados a Madrid para ser puestos a disposición de la Audiencia Nacional.