Antonio Santiago Torres, el tío de la niña que fue hallada muerta en el barrio almeriense de Piedras Redondas, y que se ahorcó el pasado martes, ha sido enterrado esta mañana en su localidad natal de Pechina, en medio de un amplio despliegue policial para evitar incidentes entre las familias.
Con un helicópetro sobrevolando el pueblo, hasta dos docenas de guardias civiles patrullaban en las cercanías de la parroquia ante el temor a que allegados de la niña fallecida se desplazasen hasta la iglesia, mientras agentes a caballo recorrían las inmediaciones del domicilio familiar en Pechina para garantizar su seguridad.
Acompañado por una veintena de allegados, el féretro con el cuerpo de Antonio Santiago Torres fue conducido desde el domicilio de su familia paterna, en el barrio de la Cruz, hasta la iglesia parroquial, a hombros de sus familiares. El alcalde de Pechina, José Manuel Moreno, ha destacado la bondad de la familia del ahorcado y ha señalado que la noticia le había sorprendido mucho y que había causado una gran consternación en el pueblo.
Al igual que la familia del muerto, el alcalde dudó de la responsabilidad de Antonio Santiago Torres en la muerte de la niña almeriense.
Concentración en los juzgados
Y mientras en Pechina se celebraba el entierro, en Almería un grupo de familiares de la niña Montserrat Fajardo permanecen concentrados ante la puerta del juzgado número 2, que lleva el caso, para exigir justicia, porque consideran que la esposa del fallecido, Juana Fajardo, -que permanece declarando en la Comisaría almeriense, participó activamente en la muerte de la menor.
La familia del suicida acusó ayer a Juana Santiago, su esposa, de maltratarlo. "Nos cuesta mucho trabajo pensar que Antonio se ahorcara porque él tenía un problema de movilidad en los brazos y en el tronco y no habría tenido fuerzas para hacerlo solo. Además, el cable tenía un nudo que saben hacer los que trabajan en invernaderos pero que él no sabía hacer", apuntó ayer Pedro, hermano del fallecido.