Al menos seis personas han muerto y 54 han resultado heridas, siete de ellas de gravedad, por el atentado de una suicida palestina en una parada de autobús junto al mercado popular de Mahané Yehuda, en Jerusalén. La explosión se ha producido horas después de que el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, se entrevistase con Sharon, en el marco de la gira diplomática que busca un alto el fuego tras dos semanas de violencia en Cisjordania.
La Brigada de los Mártires de Al Aqsa, brazo armado del movimiento Al Fatá, al que pertenece el presidente palestino Yasir Arafat, ha reivindicado el atentado.
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La explosión se ha registrado hacia las 16.30 hora local poco antes de comenzar en Israel la jornada del descanso sabático (shabat), cuando el público efectuaba las últimas compras en el mercado de Mahané Yehuda, uno de los sitios preferidos por los suicidas palestinos para atentar y más vigilados por las fuerzas de seguridad de Israel.
Cuando se ha oído el estruendo en la calle de Yafo, la principal arteria de Jerusalén, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, en una misión de paz en Jerusalén, se hallaba en camino hacia el helipuerto de esta ciudad para volar hacia la frontera de Israel con Líbano.
Powell ha seguido las tareas de salvamento por televisión a bordo de un helicóptero de la Fuerza Aérea, mientras volaba hacia el norte.
Las fuerzas de seguridad israelíes han informado también de que en las últimas 24 horas habían frustrado dos ataques de suicidas, una mujer y un hombre, procedentes de la ciudad cisjordana de Tulkarem.
Pero, el inesperado y duro revés que ha sufrido la misión de Powell tras la acción suicida en Jerusalén no cambiará la agenda de reuniones del secretario de Estado. Así lo ha expresado en un comunicado el presidente George Bush. La iniciativa debe seguir adelante, ha confirmado hoy la Casa Blanca. "El presidente no desistirá de buscar la paz a pesar de este atentado", ha aclarado el portavoz presidencial, Ari Fleischer.
"Israel crea miles de suicidas con su represión"
Por su parte, el jefe de la seguridad preventiva de la franja de Gaza, Mohamed Dahlan, ha culpado a Israel y a su primer ministro, Ariel Sharón, del "deterioro de la situación porque están creando miles y miles de suicidas en el interior de los territorios palestinos tras las masacres del Ejército en Jenín y Naplusa".
"Aunque las dos partes estén matando civiles de las dos partes, ha dicho, el Gobierno de Israel es el único responsable de que esto ocurra".
Según fuentes palestinas, la suicida procedería de Jenín, el campo de refugiados que se ha convertido en el símbolo de la resistencia palestina a la invasión israelí, donde han muerto al menos 200 personas y 3.000 de sus 15.000 habitantes han perdido sus casas bajo las excavadoras israelíes.
"Condeno a los terroristas por su acto", ha dicho Powell a los periodistas, y ha agregado que "este atentado reafirma la necesidad de que la comunidad internacional contribuya a encontrar una solución al conflicto" entre israelíes y palestinos.
El atentado de hoy "es el mensaje de bienvenida de los palestinos a Powell", se ha apresurado a señalar un portavoz del ministerio israelí de Exteriores.
Pero el palestino Dahlán ha rechazado la acusación y ha asegurado que las autoridades israelíes "deben encontrar otro culpable que la Autoridad Palestina, cuyas instituciones han sido destruidas por las fuerzas de ocupación israelíes que tienen también cercado al presidente Arafat".
La AP, prácticamente desestructurada tras la invasión de las ciudades autónomas palestinas, no ha emitido todavía una condena oficial del último atentado.