El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha responsabilizado a los sindicatos de la huelga general del 20 de junio y ha insistido en la oferta a las centrales para recuperar el diálogo social, aunque sin incluir el decretazo.
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"Por tres veces se invitó a las centrales sindicales a iniciar conversaciones, pero a diferencia de lo que hoy sucede en otros países, como en Alemania y en Italia, y de lo que aquí había ocurrido en 13 ocasiones, esta vez decidieron levantarse de la mesa, exigieron al Gobierno que renunciase a su capacidad de proponer reformas y convocaron una huelga general incluso antes de que hubiera ninguna medida aprobada", ha sentenciado el presidente del Gobierno durante su discurso de política general.
Más adelante, Aznar hizo una oferta de negociación pero sin incluir en la misma alguna modificación del decretazo: "El Gobierno sigue confiando en el diálogo social y ha hecho un llamamiento a los interlocutores sociales para restaurarlo, y ha propuesto continuar negociando temas tan importantes como la siniestralidad laboral, la formación contínua o el desarrollo del pacto de pensiones", ha apuntado.
Pleno empleo
El presidente ha reiterado también el compromiso de lograr el pleno empleo. Aznar ha sostenido que, a pesar de la crisis internacional que se ha vivido este último año y medio, la economía española ha creado más empleo que los demás países europeos.
Para corroborar su tesis, el jefe del Ejecutivo ha señalado que esta "buena situación" del sistema de bienestar es la base del "extraordinario aumento" de la afiliación a la Seguridad Social y que hay más de 3.750.000 nuevos afiliados desde 1996, "lo que ha permitido incrementar el Fondo de Reserva hasta los 6.000 millones de euros, cumplir por anticipado el objetivo del 2004 y dar seguridad a los actuales 7.700.000 pensionistas, y a los que hoy están cotizando".
Sobre el Estado de las autonomías, Aznar respaldó la plena vigencia del modelo español, reiteró su llamada al PSOE y a otras fuerzas políticas para lograr una "segunda descentralización" que potencie el papel de los municipios y anunció que antes de fin de año el Gobierno remitirá al Parlamento un nuevo modelo de financiación local.
No faltó una referencia al conflicto planteado por Marruecos en la isla Perejil, advirtiendo de que "España no aceptará hechos consumados" y la isla debe volver a su statu quo anterior.
Respecto a otro conflicto territorial, el de Gibraltar, señaló que la actitud de las autoridades británicas "permite seguir trabajando por una fórmula que recoja las reclamaciones españolas" respetando los intereses de los ciudadanos del Peñón.
El presidente del Gobierno, en su hora de discurso, también señaló varias propuestas para mejorar las infraestructuras —"superar el monopolio público en el ferrocarril abriéndolo a la competencia"—, extender la sociedad de la información y mejorar la investigación. Asimismo, ha abogado por la puesta en marcha de "nuevas políticas para mejorar el bienestar de todos: en sanidad, en educación y en inmigración".