Los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid ha desalojado esta mañana a las 60 familias rumanas asentadas en el poblado chabolista de El Salobral, en Madrid, donde el pasado siete de septiembre murió carbonizado en un incendio un bebé de cuatro meses.
El realojo de estas familias, con las que viven 137 menores, se hará en el campamento de Cañada de los Canteros bajo la vigilancia de la Policía Municipal. Allí, las autoridades pedirán a las familias unas normas de convivencia, destinadas sobre todo a los menores, como la obligación de escolarizarlos y no ejercer la mendicidad con ellos.
Este traslado cuenta con la aprobación de los partidos políticos de Madrid (PP, PSOE e IU) y el apoyo de las asociaciones de vecinos del distrito de Villaverde, que habían demandado el levantamiento del poblado. De hecho, la Comunidad ya había anunciado hace un año el desalojo del mismo, pero no se llevó a cabo. El incendio ocurrido el mes pasado terminó de acelerar el proceso.
100 toneladas de residuos
La concejalía de Limpieza del Ayuntamiento de Madrid ha retirado más de 100 toneladas de residuos de la vaguada que ocupaba el poblado rumano, tarea que ha durado cerca de tres horas y que se ha llevado a cabo sin incidentes. El SELUR (servicio municipal de limpieza urgente) ha dispuesto de 50 personas, equipadas con 20 vehículos (10 camiones y 10 palas), que han trabajado para devolver lo antes posible la normalidad a la zona, que tiene una extensión superior a los 10.000 metros cuadrados.
Estas familias rumanas entraron de forma ilegal en España y vivían en El Salobral en en condiciones insalubres, entre basuras y ratas. Además, rehuían los exámenes sanitarios y habían expresado su negativa a cumplir las normas vigentes en España a los Servicios Sociales del Ayuntamiento.