El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha anunciado esta mañana que en las últimas horas se ha procedido a la primera expulsión de aguas territoriales españolas de un barco, de pabellón maltés, que no cumplía las condiciones acordadas con Francia para la navegación tras el vertido del petrolero Prestige.
Aznar ha realizado este anuncio en la conferencia de prensa que ofreció al término de la reunión de Consejo Directivo de la Internacional Demócrata de Centro (IDC) que se ha desarrollado en la isla griega de Corfú durante el fin de semana.
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En la misma, la IDC ha aprobado una resolución que apoya la adopción de medidas para evitar situaciones como la provocada por el Prestige y pide a la Unión Europea (UE) que establezca un fondo de compensación para los afectados por valor de mil millones de euros.
El texto aprobado lamenta el accidente del Prestige, expresa su preocupación por las consecuencias del mismo y considera que este vertido, junto con el del Erika hace tres años, confirma la necesidad de una acción rigurosa para proteger las costas europeas de estas catástrofes.
Este fondo debería cubrir, según la IDC, cualquier futuro derrame de petróleo en las aguas de la UE y tendría que ser operativo al final de 2003. La resolución pide igualmente planes para lugares y áreas de refugio de las costas de la UE de los barcos en situación peligrosa y poner en marcha una red de supervisores que controlen el tráfico marítimo en las aguas comunitarias antes de la fecha límite fijada para el 2007.