Un grupo de activistas de Greenpeace intentaron anoche subir a bordo del buque Byzantio, en aguas danesas, muy similar al Prestige y que lleva una carga de 55.000 toneladas de fuel.
La tripulación del petrolero, que realiza la ruta entre Tallín y Rotterdam impidió a los ecologistas alcanzar su objetivo, aunque estos consiguieron colocar una bandera en la cubierta del barco en la que se leía "Salvad nuestro mar"
La organización Greenpeace, que desplazó a aguas danesas a su barco 'Beluga' con 25 militantes de varias nacionalidades, tenía como fin "protestar contra el Bizantyo, un viejo buque de 26 años, que no debería navegar", dicen los ecologistas.
"Este tipo de nave nos produce sudores fríos por ser una amenaza ecológica permanente. Nuestro objetivo es atraer la atención de la opinión pública y de los gobiernos sobre estas bombas flotantes, como el Bizantyo, que deberían estar prohibidas en los mares europeos", han dicho los militantes.
Precisamente, Dinamarca es hoy uno de los puntos de seguimiento en la actualidad sobre las catástrofes ecológicas marítimas. Allí se encuentra hoy el presidente del Gobierno, José María Aznar, que va a reunirse con el primer ministro danés y presidente de turno de la UE, Andrés Fogh Rasmussen, con quien mantendrá un encuentro para preparar el próximo consejo Europeo y en donde se anunciarán medidas para fortalecer la seguridad en los transportes marítimos.