El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, estudia una amplia remodelación de su Gobierno con dos objetivos: atender a los reclamos de la opinión pública tras la crisis del Prestige y prepararse para las elecciones municipales. Fraga podría sustituir a seis de sus trece consejeros, lo que supondría la mayor crisis de Gobierno desde 1989.
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Cuando Fraga solicitó propuestas para remodelar la Administración autonómica con la salida de dos conselleiras, se encontró en su mesa la solicitud de altos cargos de su Ejecutivo de remodelar el Gabinete. En un principio, Fraga no se mostró muy receptivo, pero algunas fuentes señalan que los cambios están en marcha y que podrían tener lugar de aquí a diez días.
Según ha informado la Cadena SER, el conselleiro de Obras Públicas, Cuiña Crespo, ya habría puesto su cargo a disposición del presidente después de enterarse de que Fraga no pensaba contar con él en su próximo Gobierno. Cuiña estaba considerado como el delfín de Fraga, y candidato a su sucesión, aunque no cuenta con respaldos en Madrid.
Las divisiones internas dentro del seno del PP gallego se pusieron en evidencia durante el Consejo extraordinario de Gobierno de diciembre. La crisis del Prestige no ha hecho hacer más evidente las diferencias entre seguir o no las directrices marcadas desde el Partido Popular en Madrid.