Los mariscadores que habían vuelto al trabajo en las rías de Pontevedra y Aldán pueden ver peligrar su labor. Nuevas manchas de fuel procedentes del petrolero Prestige han llegado a la zona y, si los vientos no cambian, acabarán impregnando otra vez las playas. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, ha reconocido que las zonas abiertas al marisqueo pueden volver a cerrarse. Los mayoría de los mariscadores considera precipitada la decisión de la Xunta de abrir algunas zonas de la costa al marisqueo hace tres días.
En la ría de Cedeira, una de las más importantes zonas percebeiras, el fuel ha afectado ya al trabajo de los mariscadores. En la Costa da Morte, grupos de voluntarios, miembros del Ejército y trabajadores de la empresa Tragsa han reanudado esta mañana los trabajos de limpieza, ya que las manchas de fuel han vuelto a aparecer. Según la Comisión de Seguimiento, el vertido ha llegado también a varias playas cercanas a La Coruña.
Los barcos que trabajan en Finisterre han avistado además "una gran mancha" cerca del municipio de Derrón. En Muxía, más de un centenar de personas trabaja en la limpieza de las zonas que se han vuelto a ver afectadas. Lo mismo sucede en Lage y en Ribadeo, donde es posible que hoy llegue el fuel.
En las costa cantábrica ha sido localizada una gran superficie plagada de pequeñas bolas de fuel. Este vertido se encuentra a ocho millas de la playa de Berria (Santoña). Otra gran mancha amenaza las instalaciones del Instituto Español de Oceanografía de El Bocal (Santander).