La Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados ha confirmado que la votación de las dos proposiciones no de ley que sobre Irak defenderán por un lado el PP y por otro la oposición en bloque se desarrollará en secreto. Además, ha acordado permitir la posibilidad de que la oposición disponga de turno de réplica en la próxima comparecencia de Aznar el próximo miércoles.
La aplicación del método de votación secreta por papeletas es automático habiendo sido solicitada por más de dos grupos parlamentarios o la quinta parte de los diputados. Tras la petición de Izquierda Unida, apoyada por el PSOE, CiU, PNV, Coalición Canaria y el Grupo Mixto, ésta es la fórmula que se aplicará a las dos proposiciones no de ley así como a la moción de IU, también sobre Irak, prevista para ese mismo día.
La secretaria general del Grupo Socialista, María Teresa Fernández de la Vega, ha querido dejar claro tras la reunión de la Junta que aunque el portavoz popular, Luis de Grandes, apuntó que no pondría obstáculos reglamentarios a la propuesta, no habría podido pues el reglamento establece que si dos grupos o más lo piden, debe ser voto secreto, y lo han pedido seis.
El líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha explicado que la intención de su formación tiene el objetivo de que "los diputados y diputadas del PP salgan del armario, o mejor dicho, del armero donde les ha confinado su presidente, y que se incorporen al bando de la paz".
Réplica al Gobierno
La Junta de Portavoces ha acordado también permitir la posibilidad de que la oposición disponga de turno de réplica en la comparecencia de Aznar del miércoles. Según el reglamento del Congreso, el turno de réplica es obligatorio en los debates con votación de resoluciones, como el que pedía la oposición, pero en las sesiones informativas reguladas por el artículo 203 la decisión corresponde a la Presidencia.
A diferencia de la anterior sesión informativa de Aznar sobre Irak, que tuvo lugar el día 5, la Junta no ha rechazado ahora de forma expresa el turno de réplica, con lo que la decisión final quedará en manos de la presidenta, Luisa Fernanda Rudi, que ya en otras ocasiones lo ha concedido.