El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, ocultó en una reciente presentación de su patrimonio personal varias propiedades que su esposa tiene a medias con su familia. Según publica hoy el diario Levante, Fabra no olvidó mencionar un amarre en Orpesa, un apartamento en Benicàssim y una pequeña participación en dos fincas de Alcoi.
Según informó la Cadena SER el pasado día 22, Fabra tampoco incluyó en el texto un chalet que posee en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.
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Esta última propiedad, además de un Mercedes 320 y un Jaguar, están a nombre de de la sociedad Carmacas S. L, de la que Fabra es administrador único y posee el 90% de las acciones. El 10% restante pertenece a sus hijos Carlos y Borja, según la información del diario Levante.
El periódico afirma tener documentos que demuestran que la cuarta parte del amarre de Oropesa, para barcos de doce metros de eslora y cuatro de manga es de la mujer de Fabra.
En cuanto a la vivienda de Benicàssim, se trata de un apartamento de 139 metros cuadrados que la mujer del presidente de la Diputación tiene a medias con sus hermanos.