La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ha explicado en la Cadena Ser que ha decidido destituir al director de la cárcel de Alcalá Meco, Jesús Calvo, al comprobar que estaba dando un trato a favor a Mario Conde, quien disfrutaba de más visitas familiares que el resto de los reclusos. No obstante, Gallizo ha dicho que no duda de la honestidad del equipo directivo de la prisión.
"Hay que respetar la profesionalidad de los funcionarios y de los equipos directivos. Yo no tengo ninguna razón para tener la más leve duda sobre la honestidad del equipo directivo de este centro y de la profesionalidad de su director, que es una persona que tiene una larga trayectoria en esta casa y que es una persona muy leal a la institución", ha dicho.
Según Mercedes Gallizo, el ex banquero Mario Conde, condenado por el "caso Banesto", disfrutaba de una media de seis visitas al mes, cuando el reglamento establece tan sólo una, y además de una duración superior a la permitida. Además, estas visitas no constaban en el libro de registro.
Una vez conocidas estas irregularidades, explica Gallizo, dictó una orden en la que detallaba que esta persona debía tener el mismo trato que el resto de los internos, y a su vez procedió a destituir al director del centro Jesús Calvo. No obstante Gallizo señala que no tiene ninguna razón para dudar de la honestidad del equipo directivo de la prisión de Alcalá Meco.
Gallizo ha explicado que tomó la decisión porque "para que el sistema penal tenga credibilidad todos deben ser iguales ante la ley".
Calvo niega irregularidades
También ha hablado en la SER el director cesado. Jesús Calvo ha dicho que "las irregularidades ni son ciertas ni son merecedoras de una resolución como esta". Ha explicado que Conde, "junto a otros 70 presos", tiene una comunicación especial, todas las semanas, en vez de ser la ordinaria".
Calvo ha calificado su cese de "medida exagerada" y ha criticado "la publicidad" que se ha hecho a la decisión en la prensa. Está convencido de que no merece el cese, aunque lo acepta y asegura que "no era para tanto".
Niños y mujeres embarazadas
Por otra parte, la directora general de Instituciones Penitenciarias ha defendido también la existencia de alternativas a la prisión para las madres reclusas con niños menores de tres años o que estén embarazadas. Actualmente, hay 203 niños menores de esa edad viviendo en las cárceles españolas con sus madres.
Gallizo ha asegurado que ésta es "una situación indeseada" porque una cárcel "no es un buen lugar para que un niño viva los tres primeros años de su vida", ya que eso repercutirá necesariamente en su vida futura, a pesar de que los profesionales de instituciones penitenciarias se vuelcan con los críos para hacerles la vida lo más agradable posible.
Por esa razón, Gallizo ha anunciado que ha puesto en marcha un grupo de trabajo para que estudie medidas alternativas a la prisión para las mujeres reclusas con niños menores de tres años o que estèn embarazadas. Se trata, explicó, de que puedan cumplir la condena fuera de los recintos carcelarios.