El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha ordenado esta tarde el ingreso en prisión de dos detenidos en la operación desarrollada esta semana en Navarra y el País Vasco en la que se desmanteló el aparato de infraestructura de ETA. Se trata de Ibón Urrestarazu y su compañera Alaitz Iturrioz, detenidos el martes en Ordizia (Guipúzcoa).
Urrestarazu confesó ayer a la policía que había participado en nueve asesinatos, entre ellos el cometido contra el policía y miembro de la plataforma cívica ¡Basta Ya¡, Joseba Pagazaurtundúa, el edil de UPN, Jose Javier Múgica, el presidente del PP en Aragón, Manuel Giménez Abad, y el del empresario José María Korta.
Fuentes jurídicas han precisado que Urrestarazu e Iturrioz alojaron desde diciembre de 2000 a marzo de 2001 a Ibón Fernández Iradi Súsper, y a Ainhoa García Montero Laia, arrestados en Francia, y les prestaron apoyos.
El juez Garzón ha dejado en libertad bajo fianza de 12.000 euros a Margarita Eizaguirre, a quien imputa un delito de colaboración.
Otros dos sospechosos, en libertad
Poco antes de conocerse esta decisión del magistrado instructor de la Audiencia, Xabier Balerdi y Andoni Cobos, los dos últimos detenidos en la misma operación, han quedado en libertad tras declarar ante la policía, por lo que no está previsto que pasen, por ahora, a disposición judicial, según han informado fuentes jurídicas.
De acuerdo con estas fuentes, los dos arrestados por su presunta vinculación con la organización terrorista regresaron anoche a sus domicilios después de ser interrogados por la Policía en Madrid sobre las imputaciones que el presunto etarra Ibon Urrestarazu había hecho contra ellos implicándoles en algunos atentados.